¿Que permite la Electrólisis frente a Ósmosis inversa y el Filtro?
El Filtro es una forma más barata y más sencilla de purificar el agua. Los filtros contienen carbón activado. Sin embargo, el carbón puede no ser suficiente para eliminar los contaminantes más pequeños, como las bacterias y los virus, por lo que el agua purificada con un filtro no está tan limpia y pura.
Ósmosis inversa utiliza uno filtro de plástico que elimina metales, cloro etc. y una membrana de osmosis, por donde solo pasan los líquidos, ningún mineral. Los minerales quedan todos en este filtro, dejando el agua sin mineralización, lo que le llaman un agua muerta. Para alcalinizarla, utilizan químicos.
La Electrólisis utiliza un proceso eléctrico (electro = electricidad y lisis = separación). Mediante este proceso se produce H+, OH- y se separan las moléculas de agua en partículas finas obtenido agua de varios tipo de pH, microestructurada, antioxidante y sobre todo con hidrogeno activo.
Las tecnologías SPE y PEM avanzadas garantizan la fiabilidad de todo el proceso, obteniendo un agua sin cloro y otras sustancias nocivas.
Electrolizador de membrana polimérica protónica (PEM) es un tipo de electrólisis donde el electrolito es una membrana polimérica sólida que conduce H+. Se alimenta con agua pura, el hidrógeno producido es muy puro (99.999 %).
Gracias a este proceso, una taza de agua hidrogenada equivale a muchas frutas, tiene 8 veces más antioxidantes que una naranja y 2 veces más antioxidantes que los frutos rojos. También consigue reducir la fatiga, mejora el rendimiento y aumenta la recuperación, la vitalidad y la energía, cura las alergias, promueve la salud cardiovascular y ayuda a mantener las articulaciones sanas. Por ser antioxidante es antiinflamatorio, mejora el metabolismo, previene enfermedades degenerativas, antienvejecimiento, ayuda a cuidar e hidratar tu piel, mejora las funciones de la memoria entre muchos otros beneficios.
El agua ionizada (agua Kangen) es también conocida como agua alcalina o agua ácida, o agua magnetizada. Básicamente, es agua del grifo que ha sido tratada con imanes, donde el resultado no es alterar el resultado del agua en sí misma, sino de los minerales que componen el agua. El equipo ionizador se vale de un cátodo y de un ánodo para convertir el agua corriente y la sal en agua electroquímicamente activada. Permiten que el agua se vuelva más alcalina y menos ácida.